Hay un lugar muy cerca de Pamplona que nos permite conocer cómo fueron los antiguos robledables que poblaban los valles de Álava y Navarra: el Bosque de Orgi. Disfrutar de un paseo por este espacio es un absoluto placer, que nos lleva a la desconexión con el día a día que, a menudo, nos hace olvidar la importancia de perdernos en la naturaleza para encontrarnos a nosotros mismos.
El bosque de Orgi fue declarado Área Natural Recreativa en 1996 y actualmente se encuentra integrado en la zona especial de conservación de Ultzama-Basaburua de la Red Europea Natura 2000. Es uno de los últimos robledales encharcadizos de llanura de Europa.
La flora y la fauna de Orgi es muy interesante, ya que alberga especies que, en algunos casos, están amenazadas a nivel europeo por su escaso número de ejemplares y reducido número de zonas donde habitan.
Los suelos encharcables de este robledal albergan una flora actuática particular, por ejemplo, cabe destacar la Baldeilia ranunculoides, que convive con insectos como los escarabajos de la madera, que juegan un papel muy importante en el ciclo de la materia del bosque, pues se alimentan de la madera en descomposición.
En Orgi hay una gran comunidad de murciélagos, viven 15 especies diferentes, la más rara es el murciélago de Bechstein, estos animales utilizan los viejos robles como refugio. Como no podía faltar en un lugar tan húmedo, los anfibios tienen una gran presencia aquí, por lo que encontramos 8 especies distintas: el tritón palmeado, el tritón jaspeado, la ranita de San Antonio, la rana Bermeja, la rana verde, el sapo partero ,el sapo común y la rana ágil (Rana dalmatina), que es, sin duda, la especie más amenazada y sobre la que se desarrolla un programa de conservación. A penas quedan unos miles de ejemplares, ya que la desaparición de lugares adecuados para su hábitat ha provocado la progresiva extinción de esta bella especie. Si tienes la suerte de ver una rana ágil en este bosque eres un afortunado, ya que normalmente sólo se encuentran activas durante la noche. ¡Un consejo! No te acerques al borde de las charcas para intentar verlas, tan solo acuden al agua algunas noches de invierno para poner sus huevos. Estas ranas viven ocultas entre la hojarasca del bosque gracias al color pardo de su piel.
Y no puedo dejar de mencionar las aves, porque si hay algo realmente hermoso en pasear por Orgi es escuchar el canto diverso de tantas aves, y verlas planear sobre las copas de los árboles o volar de una rama a otra. Uno de los habitantes del bosque es el pájaro carpintero, que taladra los árboles para hacer túneles donde criará a sus polluelos.
Este bosque puede ser visitado cualquier día del año, aunque la caseta de información tan solo se encuentra abierta los fines de semana. Supone un paseo ideal para hacer en familia, incluso con carrito de bebé es posible realizar parte del recorrido sin dificultad. Los senderos son totalmente llanos, no hay cuestas, ni pendientes que salvar. Todo el trayecto está perfectamente señalizado, por lo que no hay lugar a despistes.
Una de las zonas del recorrido más bonitas es un pequeño laberinto en el que podemos disfrutar de un camino habilitado para disfrutar con los cinco sentidos. Está concebido para que las personas con discapacidad visual hagan uso de los paneles instalados a lo largo de la pasarela de madera, ya que están en braile, y aprendan sin dificultad, como el resto de los visitantes, todos los dato curiosos que nos aportan sobre este ecosistema.
Visitar el bosque de Orgi en las diferentes estaciones del año es enfrentarte al cambio que experimenta el bosque con el paso del tiempo. Cada estación tiene una belleza particular, por eso te recomiendo que visites este lugar y no solo una vez.
The enchanted forest 